Francisco eligió ser despedido por los pobres, presos, trans y migrantes: acompañarán su féretro

En un gesto cargado de simbolismo, unas 40 personas entre las que se cuentan pobres, presos, migrantes y personas trans acompañarán el féretro del Papa Francisco en sus últimos instantes antes del entierro, previsto para este sábado en la Basílica de Santa María La Mayor, en Roma. Cada uno portará una rosa blanca como señal de gratitud y despedida hacia quien fue, para muchos, una figura paternal y cercana.

El Vaticano destacó que los más vulnerables "tienen un lugar especial en el corazón de Dios", recordando que Francisco eligió su nombre inspirado en San Francisco de Asís, con el propósito de no olvidar jamás a los pobres. El Papa dejó como última voluntad ser sepultado en dicha basílica, fuera del Vaticano, en una tumba sencilla, sin adornos y con la inscripción “Franciscus”.

El obispo Benoni Ambarus, a cargo de la pastoral caritativa de Roma, fue uno de los impulsores del homenaje. Recordó especialmente la apertura de la Puerta Santa en la cárcel de Rebibbia como uno de los momentos más emblemáticos del papado. “Es una despedida conmovedora: el Papa será acogido por la Madre que tanto amó y por sus hijos más frágiles”, expresó.

La iniciativa surgió tras conversaciones entre Ambarus y monseñor Diego Ravelli, maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, con la idea de "valorizar la presencia de los pobres en los funerales". Así, se convocó a representantes de personas en situación de calle, migrantes, ex presos, familias pobres y una pequeña comunidad de personas trans acompañadas por religiosas.

Uno de los últimos gestos del Papa también fue revelado esta semana: regaló una imagen de la Virgen de Luján, patrona de Argentina, a la rectora de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, Elena Beccalli, en agradecimiento al personal del Hospital Gemelli, donde estuvo internado durante 38 días. “Cuando las mujeres mandan, las cosas salen bien”, le dijo en esa ocasión a Beccalli.

En sus últimos días, Francisco también destinó una donación de 200 mil euros de su cuenta personal para colaborar con una cárcel de menores en Roma, reafirmando su compromiso con los marginados hasta el final.