Menores, redes sociales y pornografía: "La falta de control parental es peligrosísima, el mundo virtual es brutal"
SOCIEDAD14 de junio de 2024El EnfoqueEl fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual de Primer Turno de Córdoba, Juan Ávila Echenique, detectó una red de distribución de imágenes sexuales a través de WhatsApp en las ciudades de Córdoba y Río Ceballos. Los integrantes del grupo eran seis menores de entre 13 y 14 años, según los resultados obtenidos tras siete allanamientos realizados.
Una de las grandes sorpresas fue descubrir que la administradora del grupo es una niña de 13 años. Según explicó Ávila Echenique, los padres de esta menor no sabían de esta situación. El material pornográfico encontrado en estos allanamientos sorprendió a los investigadores por su alto contenido explícito.
También en Mendoza, se logró descubrir otro grupo de WhatsApp, también administrado por menores de edad y que distribuían fotos sexuales.
En ese marco, en diálogo con Cadena 3, Liliana González, escritora y psicopedagoga especialista en clínica de niños y adolescentes, criticó la "ingenuidad" de los padres y pidió un mayor cuidado sobre los menores. "Lo que más me impactó es que ningún papá estaba enterado, y esta ausencia de control parental es peligrosísima", completó.
Advirtió que "los niños no tienen idea de lo que está bien o lo que está mal" y manifestó que la justicia debería investigar el contexto de la nena de 13 años, que es la administradora del grupo, "porque esto no sale de una mente infantil sana", por lo que consideró que "esa nena debe estar viviendo en un contexto complicado".
Además, explicó que "la sexualidad infantil es curiosidad, preguntas, y demás, que siempre existieron, pero de ahí a la pornografía hay un salto brutal". Y agregó: "La pornografía los enfrenta a la sexualidad sin amor, al cuerpo descarnado; es brutal".
En esa línea, comentó que atendió a dos menores que habían estado en ese grupo de distribución de fotos sexuales "y uno ya tenía síntomas corporales: una especie de tics, de movimientos raros. Me pudo decir que había estado viendo eso y que se había traumatizado".
Reiterando sobre la conducta de los padres, González amplió: "He escuchado a muchos padres decir que no tienen la clave del celular de su hijo porque eso es invadir su privacidad. Cuando son infantes hay que tener la clave y no hay que solo preguntarle, hay que mirar por donde anduvo, por curiosidad y por cuidado". Y añadió: "Los cuidamos en el mundo real pero los estamos dejando solos en el mundo virtual, que es mucho más peligroso".
La especialista en infancias también cuestionó la práctica social de darles un celular a los niños a tan temprana edad: "Tiene efectos nefastos acercarle las pantallas tan temprano; tenemos chicos de 4 o 5 años con internet, TikTok, Instagram, YouTube; es una locura".
Por último, la psicopedagoga aconsejó que deben haber espacios "de conversación segura" entre padres e hijos: "Los chicos tienen que saber que nos pueden contar todo sin retos, sin amenazas, sin humillación; porque sino no nos van a contar nada".