En barrios populares, la escuela se asocia con mejores oportunidades

9 de cada 10 familias consideran que las posibilidades de que sus hijos e hijas consigan empleo aumentan si terminan la escuela, de acuerdo con una encuesta a familias que viven en barrios populares de ReNaBaP.

EDUCACIÓN 07 de diciembre de 2022El EnfoqueEl Enfoque
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En los barrios populares, las familias tienen una percepción positiva de la escuela. Esta es percibida como una institución que mejora, especialmente, las oportunidades laborales. Según una encuesta, 9 de cada 10 familias (89%) consideran que las posibilidades de sus hijos/as de conseguir empleo crecen si terminan el colegio secundario. Adicionalmente, las familias destacaron la importancia de que sus hijos e hijas reciban formación profesional, laboral y de oficios durante la secundaria. 

Los datos surgen del informe “¿Qué esperan de la educación las familias de los barrios populares?”, del Observatorio de Argentinos por la Educación y la Secretaría de Integración Socio Urbana del Ministerio de Desarrollo de la Nación. El informe se basa en una encuesta de alcance nacional a una muestra exploratoria de 540 familias de barrios populares con hijos e hijas en la escuela primaria y secundaria. Por medio de la encuesta y de un estudio etnográfico, se buscó identificar las demandas y expectativas de estas familias respecto de la educación de sus hijos/as.

La enseñanza de oficios, idiomas y actividades vinculadas con el mundo del trabajo aparece entre las principales demandas de las familias encuestadas. Educación Sexual Integral, arte y deporte también son mencionados en los reportes ante la pregunta sobre qué les gustaría que la escuela les enseñara a sus hijos/as.

El 35% de las familias señala que la infraestructura de la escuela a la que asiste su hijo/a se encuentra en condiciones regulares y el 50% afirma que está en buenas condiciones; ​ el 13% restante percibe malas condiciones. Las cuestiones relativas a mejoras de infraestructura más mencionadas son la calefacción (40%) y los baños (39%). Otros reclamos frecuentes son la necesidad de más aulas, espacios de recreación, mayor mantenimiento y seguridad. En relación con la conectividad, casi 7 de cada 10 familias (68%) informan que las escuelas de sus hijos/as tienen conexión a internet. 

Por otra parte, el informe explora aspectos relativos a los servicios alimenticios en contexto escolar. Según los reportes, la mayoría de los estudiantes solo recibe una comida liviana en la escuela (desayuno o merienda). En primaria, solo el 10,4% de los estudiantes que van 4 horas o menos reciben almuerzo, mientras que ese porcentaje aumenta a 62,1% en el caso de los que van más de 4 horas. En el nivel secundario, los reportes señalan que reciben almuerzo el 25,2% de las y los que asisten 4 o menos horas y el 25,9% que asisten más de 4 horas.

Otro de los datos destacados del informe indica que la elección de escuela por parte de los grupos familiares se basa, principalmente, en la cercanía: el 55% de las ​ personas encuestadas menciona esa razón, mientras que el 15% menciona que eligió la escuela por “buenas referencias”. Además, 7 de cada 10 familias (70%) declaran que su hijo/a tarda habitualmente menos de media hora en llegar a la escuela.

“Los sectores populares mantienen la fe en el valor de las titulaciones para que sus hijos tengan acceso al mercado de trabajo. Sus demandas sobre la escuela están asociadas a esta expectativa: quieren computación, inglés, arte y oficios. Supongo que dan por sentado que la escuela les proporcionará los recursos básicos de la cultura como la lectoescritura y las matemáticas. Son esperanzas y expectativas totalmente razonables y fundamentadas en un sentido común que se conformó en el seno de una sociedad que proporcionaba una relación casi automática entre educación y empleo. Hoy los vínculos entre estos dos términos son más complejos y requieren cambios en los dos términos de la ecuación”, reflexiona Guillermina Tiramonti, investigadora de FLACSO.

“La escuela sigue siendo sinónimo de ascenso social. Un 90% de familias de los barrios populares de nuestro país consideran que su hijo/a va a tener más posibilidades de conseguir trabajo si termina el secundario”, señala Paulina Calderón, exministra de Educación de San Luis. Y agrega: “Llama la atención que alrededor de un 40% (de primaria y secundaria) que asiste más de 4 horas diarias manifiesta no recibir ningún tipo de servicio alimenticio, ni desayuno, ni merienda, ni almuerzo”.

“Hay que pensar la educación de forma integral. Desde el jardín hasta el secundario; y el acceso al mundo del trabajo, que es el sueño de todas las familias. Debería haber algún dispositivo que acompañe a los jóvenes en el acceso a su primer empleo o su primer trabajo. Porque el estudio les genera más gasto (transporte, insumos, indumentaria, etc.) a esos pibes y en todo caso también a sus familias", reflexiona Estefanía Rodríguez, maestra y vecina de un barrio popular. Y añade: “Al problema generalizado de la falta de empleo, se le suma que en los barrios populares, aunque muchos terminamos la primaria y la secundaria, es difícil acceder ​ a un trabajo con todos los derechos garantizados”.

Este informe constituye un estudio exploratorio respecto a una temática multidimensional muy compleja. Se trata de un primer acercamiento que no aspira a agotar el universo que la compone, sino ser un puntapié inicial para profundizar nuevas líneas de trabajo e investigación en el futuro. 

CONCORDIA

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