Suman miles los peregrinos que caminan hacia Federación con agradecimientos y plegarias
SOCIEDAD24 de agosto de 2024El EnfoqueAlrededor de 6000 pelegrinos se encuentran caminando este sábado 24 de agosto rumbo al Centro Mariano Diocesano donde está entronizada la patrona de la diócesis, María Inmaculada de la Concordia. Es la cuadragésimo quinta edición de la peregrinación a pie a Federación, este año bajo el lema "María, acompaña a tu pueblo en la misión y la oración".
Seis columnas de casi 1000 peregrinos cada una, agrupados por comunidades parroquiales, partieron esta madrugada con una frecuencia de una hora y media una de la otra. Cada columna caminará 38 kilómetros y, al llegar al templo, cada una compartirá la celebración eucarística.
A los caminantes se les suman unos 300 peregrinos servidores apostados en cinco paradas diferentes que se encuentran ubicadas en El Tangá, capilla Sagrado Corazón, casa abandonada, capilla San Roque, capilla San Luis y puesto de agua. También se ha dispuesto un megaoperativo de seguridad que involucra a la Cruz Roja, hospital de Federación, paramédicos, Tránsito, Policía de Entre Ríos, Bomberos Voluntarios, Gendarmería, Prefectura, entre otros organismos; todos ellos colaborando para que esta manifestación de piedad popular pueda vivirse plenamente.
La primera columna de peregrinos arribó alrededor de las 11:30 de la mañana, mientras que está previsto que la última llegue a las 19 horas. A su vez, la misa de las 17:30 horas será presidida por el obispo diocesano monseñor Gustavo Zurbriggen, quien desde temprano recibe a los peregrinos en el templo parroquial.
"El número de caminantes se supera año a año. La diversidad de edades, estado de vida y compromiso cristiano devela la gran devoción y deseo que hondamente resguarda el corazón: caminar hacia la casa de la Madre para pedir su auxilio, su intersección, pero también para agradecer las gracias recibidas", expresaron desde la Diócesis de Concordia a través de un comunicado.
"En el camino, el peregrino experimenta la síntesis de la vida misma, con sus luces y sombras, sus alegrías y tristezas, sus anhelos y preocupaciones; pero siempre en la certeza de que es el Espíritu de Dios el que acompaña, el que reconforta, impulsa, anima y transforma el caminar con dirección segura al premio celestial", describieron.