“Escuela digna ya”: La “Escuela 55 J. J. de Urquiza” volvió a marchar pidiendo soluciones urgentes

 Una vez más, la comunidad educativa de la Escuela Nº 55 "Justo José de Urquiza" salió a las calles para exigir soluciones urgentes a los graves problemas edilicios que arrastra el histórico edificio escolar. La movilización, que tuvo lugar este viernes al mediodía, reunió a docentes, madres, padres y representantes de AGMER, bajo la consigna clara y contundente: “Escuela Digna Ya”.

La columna partió desde la puerta del establecimiento y se dirigió, primero, al Palacio Municipal, donde los manifestantes pidieron a las autoridades locales que acompañen el reclamo y gestionen ante los organismos responsables. Luego de más de media hora de protesta pacífica pero firme, fueron recibidos por el subsecretario de Gobierno, Lucas Fuscado, a quien se le entregó un petitorio formal. El funcionario se comprometió a mantener una reunión con directivos de la escuela durante la próxima semana.

El segundo destino fue la Dirección Departamental de Escuelas, en Pellegrini y Carriego, donde los esperó su titular, Julio Barrios. El funcionario repitió lo que ya habían escuchado en anteriores oportunidades: que el edificio está incluido en un proyecto de refacción integral a cargo de CAFESG. Sin embargo, la falta de avances concretos genera creciente desconfianza entre las familias y docentes, que vienen escuchando las mismas promesas desde hace meses.

Desidia: sin aulas ni respuestas, suspenden clases por riesgo edilicio en la Escuela 55

“Lo que nos dijeron hoy es lo mismo de siempre: que está en carpeta, que se va a hacer, pero no hay fechas, ni certezas, ni obras”, expresó una de las manifestantes. Ante este panorama, se resolvió convocar a una nueva asamblea el próximo martes, a la que fue invitado el propio Barrios y se solicitó también la presencia de representantes de CAFESG. “Queremos que alguien dé la cara y diga cuándo empiezan las obras. Ya no podemos esperar más”, agregaron.

Un edificio centenario al borde del colapso

La situación de la Escuela Urquiza no es nueva, pero se ha vuelto crítica. El edificio, de más de cien años, sufre filtraciones severas, problemas eléctricos y un deterioro general que impide el dictado de clases los días de lluvia. “No es solo incomodidad, es peligro. Nuestros hijos están en riesgo”, remarcaron los padres durante la marcha.

El reclamo no es solo por infraestructura, sino también por dignidad y derecho a la educación en condiciones seguras. “Si el Estado no cuida sus escuelas, ¿qué futuro podemos esperar?”, se preguntó un docente con visible frustración.

Mientras las autoridades prometen respuestas, la comunidad educativa ya decidió no bajar los brazos. La próxima asamblea será clave para definir los pasos a seguir. El tiempo apremia, y la paciencia se agota.