Denuncian brutal desmonte de un corredor de bosque nativo en una ciudad entrerriana
MEDIOAMBIENTE10 de julio de 2024El EnfoqueVecinos y organizaciones no gubernamentales volvieron a denunciar la tala ilegal de bosque nativo en Entre Ríos. Esta vez fue sobre la ruta provincial Nº 10, antes de llegar a María Grande. El desmantelamiento de árboles autóctonos se produjo sobre una franja que crecía sobre la banquina, en más de 2 kilómetros continuos, por entre 15 y 20 metros de ancho, se estimó a través de imágenes satelitales.
Además, este corredor biológico unía dos arroyos, aportando una importantísima función eco sistémico. Según publicó ERA Verde, se pudo conocer que la devastación habría sido realizada por un “conocido desmontador domiciliado en María Grande”.
La denuncia fue presentada a las autoridades correspondientes, pero no hubo respuesta, comentaron desde el Foro Ecologista Paraná. Desde la entidad también se apuntó que esta situación se da porque se permite la siembra en banquinas y con esto el usufrutuo privado de tierras públicas. Por el hecho fue consultada la responsable de la Coordinación de Bosques Nativos provincia quien fiscaliza estas situaciones, pero desde el organismo no se brindaron declaraciones al respecto.
A través de grupos de WhatsApp de vecinos primero y en cadenas que llegaron a organizaciones socio ambientales luego, se conoció que de una tala de bosque nativo sobre la ruta provincial Nº 10 que va desde Paraná a María Grande.
El hecho se detectó precisamente a unos 10 kilómetros de esta última localidad mencionada. El desmonte se produjo sobre un cordón que iba desde el borde de la ruta hacia adentro entre 15 y 20 metros de ancho a lo largo de unos 2 kilómetros. Fue sindicado de realizar el trabajo Rubén Porversich, quien cuenta con antecedentes sobre este tipo de intervenciones.
Datos comparativos entre las imágenes satelitales testigos y las actualizadas arrojan que el bosque nativo que allí se encontraban ya había desparecido para el 29 de junio. Y con esta pérdida también desapareció un valioso corredor biológico que unía dos arroyos, se puede leer en el informe de foto interpretación. En las coordinadas 31º 39´25.7´´ 60º 01´51.3´´, en el archivo satelital se puede visualizar en la banquina de margen izquierda –en la dirección María Grande a Paraná– una fracción importante de bosque. Esta masa arbórea hacía de corredor biológico, interconectando dos arroyos ubicados al Este y Oeste, lo cual lo protege especialmente por la Ley Provincial de Ordenamiento Territorial de Bosque Nativo de la Provincial de Entre Ríos Nº10.284.
Al conocerse el episodio, desde distintas organizaciones socio ambientales repudiaron el hecho, al tiempo que señalaron que no es la primera vez que sucede, al tiempo que son vanas las esperanzas que pueda sancionarse a los responsables. Daniela Verzeñassi, del Foro Ecologista Paraná, criticó duramente la inacción frente a estos hechos. Dijo que este tipo de denuncias ingresan por los canales oficiales y “quedan sin avances; no hacen nada”, apuntó. Por otro lado, observó que son “miles las hectáreas que se desmontan en Entre Ríos en total impunidad, porque se mueven sabiendo que no serán sancionados”. Además, planteó en los contados casos que se llegan a aplicar multas son tan ínfimas que “es más redituable pagar y seguir adelante con la siembra”.
Según se dio a conocer, este caso de la ruta Nº 10 fue advertido a la línea de WhatsApp –343 6216345– de la Coordinación de Bosque Nativo que depende de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, pero que no hubo respuesta y que esta falta de atención es una constante. ERA Verde también se comunicó con la responsable del área, Andrea Marisel Cislaghi, pero no formuló declaraciones.
Verzeñassi expresó que además de la impunidad con las que se producen las talas ilegales de bosque nativo, en el trasfondo se encuentra presente una problemática que el Foro Ecologista ya ha puesto de manifiesto y es la siembra en banquina. “Es terrible que en nuestra provincia se permita a un privado hacer uso de tierras públicas para un negocio propio. Porque en Entre Ríos está permitida la siembra en banquinas cuando se podrían recuperar estos corredores biológicos perdidos hoy por el avance del modelo de sojización que no solamente ha arrasado con los corredores que históricamente dividían los campos, sino que también han sacado hasta los alambrados intra campo y hacia afuera, avanzando sobre los espacios públicos”, afirmó la activista socio ambiental.
En efecto, en Entre Ríos se encuentra legalizada esta práctica con la Ley Nº 9.583 del año 2004 que habilita a las Zonales Departamentales de la Dirección de Vialidad Provincial (DPV) a dar permisos precarios y onerosos de lo que denomina el aprovechamiento de las zonas marginales de las rutas y caminos donde y que por sus características pudieran sembrarse todo tipo de cultivo extensivo.
Sobre las características del bosque nativo que se perdió con este desmonte en la ruta 10, el especialista Pablo Aceñolaza explicó que el concepto del mismo está determinado por la legislación en más de media hectárea, una cobertura del 30% y más de 3 metros de altura, en el cual encuadraría el caso de María Grande. El experto en biología botánica y también director de Áreas Naturales Protegidas de la Secretaría de Ambiente de Entre Ríos explicó que estos cordones boscosos “son las unidades donde se conserva la biodiversidad. Cuando uno tiene paisajes agrícolas únicamente, la biodiversidad se conserva en cercos y unidades lineales, por eso son tan importantes conservarlos como un monte de tipo continuo. Los bordes de camino tienen servicios ecos sistémicos importantes, ya que ahí es donde está la riqueza de flora y de fauna ahí están las aves los zorros los pequeños mamíferos y al limpiarla no solamente pierde la diversidad sino también la función protectora sobre el suelo”, sostuvo.
Aceñolaza se lamentó que prevalezcan los conceptos de “ganar 5 metros de cultivo o la idea de ‘limpiar’, porque la biodiversidad que se conserva en estas franjas es mucho más valiosa que 5 metros de cultivo”. En un caso como el de la ruta 10, que es una franja que conectaba dos arroyos, a los efectos de la Ley de ordenamiento territorial de bosques, están clasificados como zonas rojas, categoría 1. Es por esto que, ante este hecho, “la desaparición de esta franja desconecta a esos arroyos de manera directa y lógicamente irá produciendo un aislamiento cada vez mayor de las unidades de vegetación como corredor biológico”, planteó el biólogo quien resaltó los servicios eco sistémicos que representan este tipo de zonas boscosas en particular.
(ERA Verde)