La clase media retrocede: 6 de cada 10 argentinos trabaja solo para subsistir, según un informe privado

ECONOMÍA07 de noviembre de 2025Redacción Diario El EnfoqueRedacción Diario El Enfoque
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La percepción sobre el trabajo y el consumo entre los argentinos de clase media muestra señales cada vez más claras de malestar económico. Hoy, 6 de cada 10 ciudadanos que se identifican con ese segmento creen que su empleo apenas les permite subsistir, pero no crecer. Y, al mismo tiempo, millones se siguen considerando de clase media… aunque sus ingresos ya no los ubican allí.

El dato surge de un informe de la Fundación Pensar, el think tank del PRO, publicado por Infobae. El análisis revela que durante el segundo semestre del año se produjeron cambios abruptos en los hábitos de consumo, marcando lo que definen como un quiebre: “algo ocurrió a mitad de año”, señala el reporte.

Un consumo que duele

La prudencia que predominaba hace algunos meses fue reemplazada por un panorama de alerta. Para una porción creciente de la sociedad, la experiencia de compra se volvió sinónimo de resignaciones. “Comprar duele”, describe el informe, y la mayoría reconoce haber tenido que recortar servicios o actividades habituales.

En el último mes, el 63% de los argentinos resignó gastos regulares.
Las segundas marcas volvieron a instalarse como el principal recurso frente a la pérdida de poder adquisitivo, sobre todo entre quienes se perciben como clase media baja o clase baja alta.

¿Una clase media en retroceso?

Según el informe, la clase media argentina conserva un rasgo distintivo:
la aspiración al progreso, la búsqueda de logros que brinden seguridad y eviten el retroceso.

Los objetos de consumo (las zapatillas, el celular, incluso gestos cotidianos) funcionan como marcas visibles de estatus, símbolos que expresan la tensión entre escalar socialmente o caer.

En política y en el mercado, se trata de un público exigente, crítico y poco tolerante, que busca sostener una calidad de vida “razonable”, un concepto subjetivo que moldea su percepción del bienestar.

Cómo se autoperciben

  • 55% cree que la clase media se achica.

  • Solo 2 de cada 10 piensan que crece.

  • Otros 2 de cada 10 consideran que se mantiene estable.

Dos tercios del país se ve en el último escalón de esa franja social o fuera de ella:

  • 34% se considera clase media baja,

  • 34% se identifica como clase baja alta.

Entre los bienes y servicios a los que más se resisten a renunciar, encabeza la cobertura médica privada (28%).

En qué recorta la clase media

Entre quienes se perciben de clase media y dicen haber resignado consumos, los principales recortes son:

  • Ocio general: 57%

  • Indumentaria: 38%

  • Primeras marcas: 26%

  • Plataformas de contenidos: 23%

  • Vacaciones: 19%

Además, el informe advierte que las tarjetas de crédito están “al límite” en los sectores altos y medio-altos, mientras que en los sectores medios bajos están directamente “detonadas”.
Esto explica la suba en la mora, que según el sistema financiero está por cruzar el umbral de los dos dígitos.

Cuánto hay que ganar para ser clase media en Argentina

Para pertenecer a la clase media, los ingresos deben ubicarse entre $2.000.000 y $6.500.000, lo que equivale a entre 2 y 5 canastas básicas totales.

En función de esos parámetros:

  • 7 millones de hogares son de clase media.

  • 8 millones pertenecen a la clase baja.

  • Menos de 1 millón integra la clase alta.

Sin embargo, 29 millones de argentinos se consideran clase media, cuando solo 20 millones lo son según sus ingresos.

La identidad de la clase media se desvanece

Hace dos décadas, 9 de cada 10 argentinos se identificaban con la clase media.
Hoy, ese número cayó a menos de 5 de cada 10.

El retroceso no es solo económico: también es emocional.
El 41% siente que su situación es peor que la de sus padres; un 27% cree que es igual y otro 27% piensa que es mejor.

Aun así, 4 de cada 10 argentinos de clase media alcanzaron mayor educación que sus padres, pero no perciben ascenso social.

El informe concluye con una metáfora contundente:
“Los argentinos estamos esperando la carroza: que el mito fundante (educación y trabajo como pilares de movilidad ascendente) vuelva a ser realidad”.

La evolución de la clase media en el mundo

La situación argentina se inscribe en un fenómeno global, aunque con matices según cada país.

China

Pasó de casi no tener clase media en 1980 a más de 400 millones de personas (30% de la población), impulsada por urbanización e industrialización. Hoy enfrenta altos costos de vivienda, salud y educación.

España

La clase media creció tras la transición democrática y el ingreso a la UE, pero la crisis de 2008 erosionó su estabilidad. Se mantiene en torno al 60% de la población, aunque más presionada.

Estados Unidos

Desde los ’70, la clase medio cayó al 52%. El “sueño americano” perdió fuerza por estancamiento salarial, pérdida de empleos industriales y desigualdad creciente.

Brasil

La “década dorada” de los 2000 amplió la clase media, pero la recesión desde 2014 y la inflación generaron retrocesos. Más de la mitad aún se identifica con ese sector.

Chile

Construyó una clase media amplia (62%), pero dependiente del crédito. Las protestas de 2019 expusieron su fragilidad.

Perú

Creció sostenidamente gracias a la reducción de la pobreza, el consumo y la educación, pero la informalidad laboral del 70% impide su consolidación. Hoy representa el 34% de la población.


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