Indignación y protesta: quemaron la casa de la adolescente acusada de matar a Jesica Bravo

Un nuevo hecho de tensión se registró este sábado por la tarde en Concordia, cuando un grupo de personas incendió una vivienda vinculada a la familia de la adolescente acusada de asesinar a Jesica Bravo, la joven madre de 26 años que perdió la vida de una puñalada el pasado 9 de septiembre.

El episodio ocurrió alrededor de las 18:45 en calle Lieberman al 900. Según la información a la que pudo acceder este medio, el fuego afectó una casilla de madera ubicada en la parte trasera del inmueble, que se encontraba deshabitada. Tras el incendio, los manifestantes se dirigieron hacia la comisaría local para exigir justicia y cuestionar lo que consideran “privilegios” otorgados a algunos de los imputados en la causa.

La investigación por el homicidio involucra a seis adultos y tres menores de edad, todos integrantes de la familia Prette. Días atrás, la jueza de Garantías María Gabriela Seró dictó prisión preventiva para seis de los mayores: cuatro de ellos, imputados como coautores de homicidio, deberán cumplir 60 días de prisión efectiva; mientras que dos mujeres, acusadas de agresión con armas, recibieron 20 días de preventiva.

Los fiscales Martín Núñez y Natalia Conti, junto a la querellante Brenda Víttori, habían solicitado 90 días de prisión preventiva, argumentando riesgo de fuga y entorpecimiento de la investigación, pero el tribunal resolvió plazos menores. Además, la madre de la adolescente señalada como autora material del crimen recibió prisión domiciliaria por 40 días, lo que generó fuertes críticas de la familia Bravo.

En la causa también están involucrados tres menores: la adolescente de 14 años que habría ejecutado el ataque y otros dos de 13 y 16 años, cuya situación procesal será definida por el Juzgado de Menores.

“Todavía están todos presos, pero la mamá de la menor que mató ya tuvo domiciliaria y esta es la segunda vez que se la dan. No es justo”, reclamó Daiana Bravo, hermana de la víctima, quien además señaló que la familia convive con miedo y sin garantías de seguridad en el barrio.

El caso continúa generando conmoción social en Concordia, con episodios de violencia que se suman al dolor de la familia de Jessica y a la expectativa por la resolución judicial.