El Seminario de Gualeguaychú cierra sus puertas por falta de aspirantes a sacerdote
SOCIEDAD28 de septiembre de 2024El EnfoqueEl obispo de Gualeguaychú, monseñor Héctor Zordán, anunció por medio de una carta pastoral dirigida “a los fieles de la Iglesia del sur entrerriano” que el Seminario Mayor “María Madre de la Iglesia” dejará de funcionar en el 2025.
Los motivos del Seminario obedecen a la reducción del número de aspirantes al ministerio sacerdotal en todas las diócesis del país, y la de Gualeguaychú no fue la excepción.
La decisión implica que no se aceptarán nuevos aspirantes, sino que también los que están cursando su formación sacerdotal ya no podrán continuar. En su carta, el Obispo explicó además que después de un profundo proceso de discernimiento y consulta se decidió solicitar apoyo a la Iglesia diocesana de Mercedes-Luján para que los seminaristas continúen su formación en el seminario Santo Cura de Ars, con un sacerdote de su clero designado para acompañarlos y coordinar con los formadores.
La carta pastoral completa:
"A los fieles de la Iglesia en el sur entrerriano
Queridos hermanos:
Como saben, la formación de los futuros sacerdotes es siempre una de las preocupaciones más importantes de cada obispo, compartida por su presbiterio, al mismo tiempo que involucra a todo el Pueblo de Dios (cfr. Código de Derecho Canónico, 233 § 1).
La intuición pastoral y el coraje apostólico de Mons. Pedro Boxler, acompañado por el clero de ese momento, dio inicio, en agosto de 1982, al Seminario diocesano, radicado primeramente en la Abadía del Niño Dios de la ciudad de Victoria, y luego –desde abril de 1988–, en la ciudad de San José de Gualeguaychú, llamándose “María Madre de la Iglesia”.
En estos más de cuarenta años, el Seminario formó esmeradamente a generaciones de sacerdotes para nuestra Diócesis; también, en un período de su historia, para la de Zárate-Campana y en la actualidad para la de Tacuarembó (R.O.U.). Sin lugar a dudas este centro formativo se ha ganado un lugar importante en el afecto de nuestra gente y en la estructura organizacional diocesana, configurándose verdaderamente como “el corazón de la Diócesis” (cfr. Optatam totius, nro. 5).
En las últimas décadas la cultura de nuestro pueblo y de la Iglesia ha cambiado radicalmente. En el presente nos toca afrontar retos exigentes, y sabemos que “los nuevos desafíos educativos exigen renovarse para hacer eficaz la misión” (discurso del Papa Francisco a los miembros de la Fundación “A Chance in Life”, 9.dic.2019).
Por otro lado, en la actualidad se ha reducido mucho el número de los aspirantes al ministerio sacerdotal en todas las diócesis del país, y la escasez de formandos en nuestro Seminario no nos permite ofrecerles una formación de la calidad que se requiere, sobre todo en la dimensión comunitaria, en el necesario intercambio y en la confrontación que hacen mucho más fecundo el aprendizaje.
En vista de esto, después de un largo proceso de discernimiento y maduración –que incluyó la oración, la confrontación de ideas, la búsqueda y evaluación de diversas posibilidades, la consulta al equipo de formadores, al Colegio de Consultores, al Consejo Presbiteral y a otras personas involucradas en esta misión–, hemos decidido pedir ayuda a la Iglesia diocesana de Mercedes-Luján para que, desde el comienzo del próximo año, nuestros seminaristas puedan continuar su formación –en las dimensiones humana, espiritual, pastoral y académica– en el seminario Santo Cura de Ars de aquella Arquidiócesis (cfr. Código de Derecho Canónico, 237 § 1). Consideramos que ese centro formativo ofrece las condiciones necesarias para continuar este proceso. Por nuestra parte, un sacerdote de nuestro clero será designado para acompañarlos y hacer de nexo con los formadores de aquel Seminario.
“Nos amó y se entregó por nosotros” (Ef 5,2)
Confiamos este paso que damos a María, Madre de la Iglesia, –bajo cuya protección continuamos poniendo a nuestros seminaristas–. Ella, que es “modelo de todas las vocaciones”, siga intercediendo por una mayor fecundidad vocacional en nuestra Iglesia diocesana.
Pido a Dios nos siga bendiciendo y los saludo cordialmente en el Señor.
Héctor Zordán
Obispo".