Buscan intensamente a un asesino serial que se fugó de una cárcel y pusieron en custodia a su familia
POLICIALES31 de agosto de 2024El EnfoqueLuis Fernando Iribarren, conocido como “el carnicero de Giles”, es uno de los mayores asesinos múltiples de la historia penal argentina, conocido por asesinar a su madre, su padre, su hermana, su hermano y su tía. El 21 de agosto de 2002 fue condenado a reclusión perpetua más la accesoria por tiempo indeterminado, la misma pena que Carlos Eduardo Robledo Puch, el Ángel de la Muerte.
A pesar de su peligrosidad y la magnitud de la condena, el Juzgado de Ejecución Penal N° 1, de Mercedes lo benefició con salidas educativas, sin custodia y con el monitoreo de un geolocalizador. Anteayer aprovechó ese control laxo fijado por la Justicia y huyó.
“El Carnicero de Giles”, fue condenado a perpetua por el crimen de su familia y llevaba casi 29 años preso hasta el miércoles pasado, cuando salió del penal de Olmos para ir a cursar en la Facultad de Derecho de la Universidad de La Plata y no regresó. Desde entonces, nada se sabe de su paradero.
Luego de que la fuga saliera a la luz, en las redes sociales comenzaron a viralizarse videos que Iribarren compartía en su perfil de TikTok. Allí se presentaba como abogado y hablaba sobre su vida cotidiana, se quejaba de problemas urbanos y daba opiniones legales sobre casos criminales, entre otras cosas.
La historia de Iribarren no deja de ser una paradoja inquietante. A sus 20 años, asesinó a su familia en una noche de agosto de 1986, disparándoles con una carabina mientras dormían y enterrándolos en un chiquero de su campo. El crimen permaneció oculto hasta una década después, cuando se descubrió que también había matado a su tía.
El escalofriante hecho se conoció en 1995, cuando se descubrieron los cuerpos de su padre, Luis Juan Iribarren (49), su madre, Marta Langebbei (42), y sus hermanos Marcelo (15) y María Cecilia (9) en una fosa común en la propiedad familiar en el paraje rural de Tuyutí, ubicado a unos 25 kilómetros de San Andrés de Giles. Había logrado ocultar el homicidio múltiple al inventar una historia en la que su familia había huido a Paraguay por unas deudas que tenían. Todo salió a la luz cuando se supo que asesinó también su tía, Alcira Iribarren, el 31 de agosto de 1995, enferma de cáncer. La asfixió primero y luego la golpeó con un hacha.
Según se determinó, cometió los asesinatos mientras sus padres y su hermanita dormían. Los baleó con una carabina calibre .22. Después, según las crónicas del caso, salió, fumó un cigarrillo y mató a su hermano. La sospecha fue que lo hizo porque se sentía desplazado por los menores. Durante el juicio, Iribarren confesó que los mató porque “les tenía bronca”. Los crímenes fueron en 1986.
“El Carnicero de Giles” tenía 37 años al momento de su condena, en agosto de 2002. En los años siguientes había conseguido que la Justicia de Ejecución de Mercedes le concediera la autorización para tener salidas educativas. De acuerdo con fuentes del caso, el pasado miércoles no retornó a la unidad penitenciaria a las 21.30 como estaba estipulado, lo que activó una denuncia y un operativo de búsqueda por parte de las autoridades. Hasta esta noche no lo habían encontrado.
Hasta el mediodía de este sábado no había rastros del paradero de Irribarren. Mientras tanto, la Justicia ordenó que la familia de Irribarren tenga custodia permanente, es decir, guardia las 24 horas del día.